Hoy hice una buena acción y con buena intención, ayudé a un completo desconocido, pero olvidé algo: mirarlo y sonreír.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Esas pequeñas ideas que se vienen a la mente y que no quieres perder o quieres comunicar al resto. Son momentos en los que los pensamientos nos sorprenden y por lo mismo, quedan en el aire por algunas horas. Para no perderlos y evitar que se queden en el aire, atrápalos con este espacio.
3 comentarios:
no recuerdo cuando fue la ultima vez que ayude a un desconocido...
la verdad, los ultimos meses para mi han sido un ir y venir recogiendo cosas que crei perdidas...
Yo varias veces he ayudado a desconocidos (en la calle), por que en mi trabajo, al fin y al cabo es ayudar a desconocidos, algunos dan las gracias otros se enojan con migo y no entienden que les estoy aciendo flor de favor, que me desgasto y que es tedioso.
Lo malo es cuando quieres ayudar a un amigo que no lo agradece y que se enoja contigo.
Ayudar a la gente, para mi es tan enriquecedor. Me llena de alegría y me hace sentir bien conmigo misma...si tan sólo toda la gente pensara así...
Por eso ayudo a la gente, cuando puedo...sobre todo a desconocidos. Pero es verdad eso que dices, a veces la gente no cacha y se enoja, a veces no sabes cómo van a tomar tu ayuda
Publicar un comentario